Redacción.- Consternación en Minatitlán, Veracruz, tras el asesinato del músico Adrián Calderón Quintanilla, quien iba a bordo de un automóvil color blanco de la marca Jetta, el cual terminó impactado contra la barda de una escuela primaria articulo 123 y frente al campo el cocal donde muchas personas acuden a realizar sus ejercicios al aire libre.

Los hechos ocurrieron en la calle López Arias y Constitución en la colonia de Los Maestros en la petrolera ciudad de Minatitlán, la cual es uno de los municipios con mayor índice de violencia.

Adrián Calderón Quintanilla, fue dueño del desaparecido grupo G-5 y líder de los músicos en el municipio del sur de Veracruz.

Tiempo atrás había sufrido un atentado en que le quemaron el camión del grupo musical.

Recientemente organizó una colecta de víveres en apoyo a sus compañeros músicos afectados por la pandemia del Covid-19, ya que muchos se quedaron sin ingresos al cancelarse eventos musicales, cierres de bares y eventos masivos, pese a sus vínculos familiares con su hermano Sergio Enrique Calderón Quintanilla, “El Cursi”, Adrían Quintanilla era querido por muchas personas.

Según notas periodísticas, todo está relacionado con la masacre ocurrida el año pasado, un viernes santo en Minatitlán.

El pasado 19 de abril de 2019.- un grupo de sujetos armados irrumpió en una fiesta familiar que se llevaba a cabo en una palapa de nombre “El Potro”, ubicada en el municipio de Minatitlán, en el estado de Veracruz, dejando 14 personas muertas incluyendo a un bebé de un año de edad.

Fluvia Salinas festejaba sus 52 años cuando los hombres armados atacaron. Según las versiones de los sobrevivientes, los sicarios, antes de rociar con balazos a los asistentes preguntaron por “La Beky”.

“La Beky” era una mujer transgénero, era  dueña de la palapa y era administradora de “La esquina del Cha-KL”, una antro en la zona centro  a unos metros de la palapa.

De acuerdo a los relatos que integran la investigación, 6 hombres encapuchados, todos con armas largas y cortas entraron al salón de fiestas, caminaron a la mesa en donde estaba “La Becky” y le advirtieron: “Con esto no se juega”. Luego  vino la lluvia de balas.

Una de las lineas de investigación que se están siguió en el 2019, fue la disputa de la plaza por la venta de drogas entre el Cártel Jalisco Nueva Generación y Los Zetas.

De acuerdo con las declaraciones de los testigos, el comando llegó en una camioneta color blanco de la marca Honda.

La Becky

Según los testimonios, antes de irse los sicarios dispararon a la cabeza de las personas que estaban heridas en el suelo, para cerciorarse de su muerte, incluyendo el niño de un año.

En el patio se encontraron 17 casquillos calibre 223, 15 casquillos 9 milímetros y 5 ojivas deformadas.

El Fiscal General,  en aquel entonces Jorge Winckler Ortiz,  indicó que se tienen información que en uno de los bares de “La Beky”,  había venta de droga que era comprada a un determinado grupo de la delincuencia organizada, y luego empezó a vender otra de un origen distinto, siendo el principal móvil de la tragedia.

Después surgieron otras versiones, hasta que salió el nombre de Sergio Enrique Calderón Quintanilla, alias “El Cursi”, según identificado como mando del Cártel de Los Zetas, considerándose clave en el caso de la masacre de Minatitlán.

Por lo que en marzo del año pasado el gobierno de Veracruz ofreció 500.000 pesos a quien entregará información para dar con su paradero, es señalado como líder de una banda de secuestradores que operaba en Coatzacoalcos, al sur de la entidad Veracruzana.

Calderón Quintanilla heredo la plaza de Hernán Martínez Zavaleta, apodado “El Comandante H”, actualmente preso por haber ordenado la matanza de una familia completa en Coatzacoalcos en junio de 2017, incluyendo niños.

Por lo anterior surgió otra versión, Adrían Calderón Quintanilla, hermano de “El Cursi”, quien presuntamente es identificado por vender droga en las plantas petroquímicas de Minatitlán, Cosoleacaque y Coatzacoalcos, habría sido invitado por “La Beky” a la fiesta en la palapa “Los Potros”.

“La Beky”, según información de medios locales, lavaba dinero para Los Zetas en su bar “La Esquina del Cha-KL”.

De acuerdo con está historia, Adrián le habría reclamado a “La Beky” que estuviera ofreciendo sus servicios de lavado de dinero y venta de droga en su bar al Cártel Jalisco Nueva Generación.

Supuestamente, Adrián Calderón amenazó con una pistola a la mujer, pero otro asistente en la fiesta entró en su defensa. Luego de esto el hermano del “El Cursi” se retiró de la fiesta.

Posteriormente regresó acompañado de gente que le habría enviado su hermano “El Cursi” para atacar a “La Beky”.

El gobierno del estado no es le único que busca a “El Cursi”,  días después de que ofrecieran la recompensa, elementos de la Secretaria de Seguridad Pública (SSP) y de la fiscalía encontraron un vehículo Versa calcinado color rojo.

En el interior del auto había un narcomensaje firmado por el Cártel de Jalisco Nueva Generación, en el que se ofrecían un millón de pesos  a quien le entregará a Calderón Quintanilla, “El Cursi”.

Ofrecieron la misma cantidad por otros dos presuntos sicarios con los apodos de “El Concha” y “El Pinto”.

Además, dentro del auto calcinado, los sicarios del CJNG dejaron el cuerpo de un hombre decapitado.

El Cártel Jalisco Nueva Generación empezó a germinar en 2010 como resultado de una serie de muertes, capturas y luchas con cárteles más antiguos; principalmente el de Sinaloa y el Cártel del Milenio.

Después de consolidarse como nueva organización criminal, una de las primera misiones que el cártel se impuso fue combatir a Los Zetas en el estado de Veracruz, un territorio que habían dominado por largo tiempo.

Lo hizo a través de la creación de Los Matazetas, a quienes varios expertos describen como un equivalente del CJNG o una célula especial de la organización.

Este grupo reclamó la autoría de la masacre de 35 personas en Veracruz en 2011, y un mes después las autoridades descubrieron los cuerpos de otras 30 presuntas víctimas de Los Matazetas.

A partir de ese momento se desataron una serie de conflictos entre ambas organizaciones que continua hasta el día de hoy. Las dos buscan apoderarse del los puertos del Pacífico mexicano y el Golfo de México; clave en la producción de drogas sintéticas.

Según reportes de las autoridades, en la actualidad el CJNG controla cerca de 212 municipios en el territorio veracruzano (aproximadamente el 70 por ciento), mientras que el remanente de los Zetas controla algunas regiones del sur de la entidad y de la zona montañosa.

Cabe hacer mención que “El Cursi” sigue prófugo de la justicia.

Fuente: https://www.google.com/amp/s/www.infobae.com/america/mexico/2019/04/30/

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