Diario Nanchital, a 3 de diciembre 2020.- Desde su campaña el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que el contrato de abasto de gas etano por 20 años otorgado en el sexenio de Felipe Calderón era leonino.

Inició su gobierno y en diferentes conferencias matutinas los exhortó a negociar el pago del etano porque Pemex se lo vendía a un 25 por ciento del costo real, es decir el gobierno subsidiaba el 75 por ciento.

Además durante el sexenio pasado Pemex le pagaba penalizaciones a Braskem porque nunca le pudo dar los 66 mil barriles diarios establecidos en el contrato.

Es decir todavía que le vendía barato, había que pagarle por no entregarle todo completo, además de que las plantas de los complejos Morelos y Cangrejera se quedaron sin etano y desde hace tres años Pemex lo importa de Estados Unidos para tener una reducida producción de polietilenos.

Sin embargo para operar, el complejo Braskem Idesa utiliza gas natural que es diferente al gas etano, entonces ese es el contrato que venció y el martes desde muy temprano llegaron camionetas de Pemex para cortarle el suministro.

Hoy el presidente dijo que no se viola ningún contrato, porque el contrato que finalizó es el de gas natural pero al no tenerlo, la empresa privada no puede operar sus plantas para procesar el gas etano que sigue recibiendo y que se está quemando en su mechero.

Desde este año Braskem puso en operación una pequeña terminal de etano en el puerto de Coatzacoalcos pero apenas es el 5 por ciento de lo que necesita para sus plantas.

Hace unos días la compañía presentó el proyecto para construir otra terminal de etano en Protexa, en villa Allende pero lo más seguro es que la Semarnat no se lo apruebe.

Ahora Braskem Idesa no tiene otro camino que renegociar el contrato de etano.

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