Cosoleacaque.- El ajuste que se generó en el ciclo escolar 2020-2021, no solo afectó a los padres de familia, niños o maestros, también los intendentes han sufrido los estragos de esta nueva modalidad a distancia.

Debido a que muchos planteles optaron por no cobrar las cuotas de inscripción para el mantenimiento de las escuelas, hasta que estas sean presenciales, a quienes se ganan la vida con el mantenimiento de las aulas, el salario se redujo hasta en un 50%.

Tal es la historia de Don Ignacio Santiago Cruz, intendente de una escuela primaria en la colonia Díaz Ordaz, quien se gana la vida embelleciendo las instalaciones del citado plante; aún cuando todavía los niños no regresan a tomar clases presenciales debido a la contingencia del Covid 19.

La pandemia hizo que el salario de Ignacio o «Nachito» como es conocido por las personas, bajará al 50 por ciento.

Antes de la contingencia recibía mil pesos quincenales, sueldo que era sustentado de las cuotas voluntarias por la sociedad de padres de familia en cada inicio de ciclo escolar.

Sin embargo desde que se decretó la emergencia sanitaria, apenas y alcanza el 50% de su salario y todavía tiene familia por mantener.

En ocasiones su hijo Carlitos le apoya igual en las labores de faena, pero por mayor esfuerzo que implique sino hay clases en las escuelas, no hay pago de cuotas y por tanto no hay ingresos para llevar a su hogar.

Carlos ha sido testigo del coraje y la dedicación de su padre para su familia, y escribió en redes sociales mostrando lo orgulloso de tener un padre que a pesar de las adversidades lucha por sacarlos adelante.

El retorno a las aulas va para largo, por tal motivo Don Ignacio, ha proporcionado su número telefónico 9221551673 por si alguien tiene algún trabajo extra que pueda realizar de 2 de la tarde en adelante, después de trabajar en la primaria.

«La escuela debe de estar lista para alguna emergencia, si me avisan que mañana se toman las clases en la primaria todo está listo, todo está limpio, en buenas condiciones para el regreso de los niños»., concluyó diciendo Don Ignacio.

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