Cosoleacaque a 29 octubre 2020.- Ocho meses y 11 días han transcurrido desde la ocasión que personal ministerial tomó conocimiento del cadáver de un individuo atado y al que clavaron con cuchillo un “narco-mensaje” para ser abandonado envuelto en una sábana en la carretera Minatitlán-Coatzacoalcos, y el que hasta anoche continuaba en calidad de no identificado bajo resguardo en el Servicio Médico Forense (SEMEFO)

Aunque hasta 2018 existía un tiempo de tolerancia que en muchas de las veces no superaba la semana para enviar a la fosa común a cuerpos no identificados, el panorama ha cambiado derivado al incremento de personas desaparecidas y lo que obliga a la Fiscalía a  conservar el cadáver aunque haya transcurrido un espacio de forma prolongada, tal cual ocurre con el individuo en cuestión.

Dicho cadáver fue encontrado la tarde del lunes 17 de febrero del año en curso, a orillas de la carretera, cerca de las  instalaciones propiedad de Petróleos Mexicanos (PEMEX).

En ese entonces, el cuerpo presentó huellas de tortura e impacto de proyectil de arma de fuego; además, él o los sicarios le clavaron un objeto punzo cortante en el pecho con el que sostuvieron una cartulina en la que lo acusaron de delincuente y “chapulín”, siendo este último término el utilizado entre “traidores  de la mafia”.

En un principio nació la hipótesis que los restos correspondían al de un sujeto que días antes fue privado de la libertad en Coatzacoalcos, y aunque se intentó confirmar la información nunca fue posible consumar la presunción.

Desde esa tarde y hasta ayer, el cuerpo continuaba en la morgue de Cosoleacaque, dependiendo ahora la decisión de las altas esferas de la Fiscalía para dar luz verde a la inhumación en una fosa común al no ser identificado ni reclamado.

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